Roger Penrose, físico y matemático experto en la Teoría de la Relatividad, investiga ahora junto a Stuart Hameroff la posibilidad de la existencia de la telepatía
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Fue a mediados del siglo XX cuando empezó a hablarse de la telepatía. Hasta entonces, ningún documento o vestigio de la antigüedad hace referencia a ese fenómeno. No obstante, cabe señalar que hata el día de hoy, la ciencia se niega a aceptar que exista este tipo de fenómeno mental. Al mismo tiempo, cabe señalar que siguen apareciendo testimonios sobre vivencias telepáticas.
La telepatía se define como la transmisión del pensamiento a distancia sin que medie tecnología alguna que propicie dicha comunicación. Es una especie de “comunicación inalámbrica” entre dos cerebros humanos. Miles de personas dicen haberla experimentado, pero hasta ahora nunca se ha logrado reproducir este fenómeno en un laboratorio.
Los científicos han indicado que la telepatía, desde el punto de vista de la física, no es plausible. No existe una sección del cerebro que pueda actuar como emisora o receptora de comunicaciones a distancia. Tampoco la potencia electromagnética del cerebro tiene la capacidad para transportar la información y no existe un medio conocido a través del cual podría hacerlo.
En el marco de la física clásica, la telepatía es un imposible. Sin embargo, en el contexto de la física cuántica las cosas son diferentes. De hecho, muchos físicos reconocidos se han referido a este fenómeno y no cierran las puertas a la posibilidad de que exista la comunicación telepática. El tema por tanto no puede ser más interesante…
“Si la telepatía cambiaría radicalmente los códigos de comunicación del ser humano, la ‘teleempatía’ revolucionaría su universo sensitivo”.
-José Luis Rodríguez Jiménez-
Los experimentos sobre telepatía
Frente a los miles de testimonios de personas que dicen haber experimentado la telepatía, algunos científicos se han propuesto estudiar el fenómeno. Uno de los experimentos más famosos fue el que hizo Karl Zener. A través de cinco cartas de naipe (las famosas cartas Zener con sus círculos, estrellas, cuadrados, etc) se hizo un riguroso seguimiento estadístico a un grupo de participantes.
Los resultados obtenidos en dicho experimento no permitieron llegar a conclusiones sólidas.
Investigador llevando a cabo experimento para estudiar la telepatía
Por otro lado, los investigadores Montaque Ullman y Stanley Krippner del Maimonides Medical Center de Brooklyn (Nueva York) hicieron un experimento sobre la transmisión telepática durante el sueño. Los resultados sugerían que en muchos casos, la imagen que estaba en la mente del emisor aparecía en el sueño del receptor. Sin embargo, el estudio tampoco fue concluyente
Otra investigación famosa fueron los “experimentos ganzfeld”. En total se hicieron 88, entre 1974 y 2004. Arrojaron un índice de aciertos telepáticos del 37%. Los resultados fueron controvertidos y se llevaron a cabo nuevos experimentos que indicaron un 34% de aciertos. En estadística este resultado es significativo, sin embargo en la práctica generó muchas dudas, por lo que la investigación también fue abandonada.
Por último, Rupert Sheldrake, bioquímico y fisiólogo de la Universidad de Cambridge, realizó otro experimento telepático entre 2003 y 2004. Tras hacer 571 intentos de comunicación telepática, con 63 voluntarios, estableció que el porcentaje de aciertos era de un 41%.
Los resultados se publicaron en varios espacios científicos como la revista Nature.
La telepatía y la física cuántica
El aspecto más controvertido es que la telepatía contradice las leyes de la física clásica y de otras ciencias. La posibilidad de que exista implicaría el replanteamiento de varios axiomas que hoy se dan por válidos. Desde el punto de vista de la física y de la neurología, es imposible que se produzca un proceso en el cerebro sin que haya un estímulo sensorial o interno que lo desencadene.
Personas conectadas por medio de la telepatía
Para la ciencia convencional, el pensamiento es un proceso bioquímico. En consecuencia, no se origina si no hay algún estímulo material. La telepatía es precisamente ausencia de ese estímulo material. Por lo tanto, aparentemente una realidad excluye la otra. Sin embargo, desde la física cuántica se han planteado hipótesis que hablan acerca de otras formas de interacción en la materia.
Roger Penrose, físico y matemático experto en la Teoría de la Relatividad, ha postulado la existencia de una biofísica cuántica de la mente.
En sus tesis ha sido acompañado por Stuart Hameroff, un anestesista de la Universidad de Arizona.
Las hipótesis de Penrose-Hameroff abren una vía para entender la telepatía desde el punto de vista científico. Sin embargo, más que conclusiones, lo que se ha planteado es un nuevo campo de investigación.
Muchas personas reportan experiencias de comunicación telepática. La cierta soberbia que existe -y que siempre ha existido- por parte de quienes defienden los postulados científicos vigentes, ha impedido darle un impulso a la investigación en este sentido, más allá de las investigaciones aisladas que hemos relatado.
En este sentido, otro de los grandes problemas que arrastra la telepatía es que en no pocas ocasiones ha sido utilizada para la manipulación e incluso para la magia. Ahora bien, será la ciencia la que tendrá que determinar si se queda ahí o, por el contrario, abre una nueva puerta a una habitación repleta de fascinantes interrogantes.
(La Mente es Maravillosa)