El ex hombre de Fox News se enfurece por la falta de sanciones para las figuras públicas que mienten o demuestran incompetencia; contrastando esto con la reacción social contra aquellos que pretenden decir sus propias verdades, sugiriendo que en la sociedad actual, “el único castigo es notar lo que es verdad”.
“Cada sociedad penaliza algo…” En Estados Unidos, “es decir la verdad”.
Haciendo un paralelo con los gobiernos extranjeros (las peyorativamente llamadas repúblicas bananeras), Carlson relata una experiencia reciente en Buenos Aires que expuso la deshonestidad del gobierno respecto del tipo de cambio del peso argentino. Subraya que “el gobierno miente sobre el valor de su propia moneda”, lo que refleja las mentiras, falsedades y manipulaciones económicas (pensemos en los datos modificados en la nómina de bajas en empleo no agrícola que se registran cada mes este año, por ejemplo) del gobierno de Estados Unidos.
Más adelante en el discurso, Carlson señala el patrón de reacción (social) que cree que enfrentan quienes dicen la verdad, señalando: “primero te dirán que estás hiriendo los sentimientos de alguien… luego te llamarán loco… y la tercera cosa que harán Es simplemente criminalizar decir la verdad” (como suele suceder en las redes sociales por los llamados “delitos de odio” en temas “sensibles” como el aborto, genocidio, vacuna, agenda, que habilitan a los censores al shadowbanning).
Plantea su preocupación por el papel de importantes instituciones estadounidenses como el FBI y la CIA, alegando que son partidistas (no son imparciales), y menciona que “cuando los empleados federales… adoptan una posición agresiva del lado de un partido político, no se pueden celebrar unas elecciones justas”.
Por último, se refiere a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, sugiriendo posibles irregularidades y fraudes, criticando la influencia de oligarcas tecnológicos para silenciar a quienes dicen la verdad.
“Si algunos oligarcas… gastaran casi 500 millones de dólares para controlar la mecánica de las elecciones bolivianas en 2020, diríamos que no son unas elecciones legítimas”.
Tucker concluye alentando a los estadounidenses a enfrentarse a los censores: “no los dejen”, exclama, instando a los oyentes “no se dejen intimidar, el futuro de sus hijos depende de su valentía”.
(tierrapura)