Los vídeos que nos están llegando de Australia en las últimas semanas son absolutamente dramáticos y demuestran que en, aquel país, la dictadura distópica que estamos viviendo en todo el mundo se ha impuesto con la complicidad de una policía que parece formada por androides en lugar de por personas.

En Melbourne, los llamados chalecos naranjas (trabajadores de la construcción) llevan ya tres días de protestas ante el cierre de dos semanas de este sector decretado por el gobierno para forzar a esos trabajadores a una vacunación obligatoria. La represión que está ejerciendo la policía contra esta gente es absolutamente brutal. Así queda demostrado, por ejemplo, en un vídeo en el que a uno de ellos le han roto, literalmente, la cabeza a golpes.

En otro de los vídeos nos encontramos con que la policía dispara pelotas de goma indiscriminadamente a los manifestantes.

Y por si esto fuera poco, en el vídeo que podrán ver a continuación se van a encontrar ya con la locura absoluta, Una mujer va por la calle con su hijo pequeño portando unos carteles de protesta y la Policía la detiene aterrando a su hijo que llora desconsoladamente. Si se dan cuenta, los agentes de policía parecen totalmente deshumanizados y no dan muestras de importarle en lo más mínimo lo mal que lo está pasando el pequeño con lo que le están haciendo a su madre. Cómplices de la dictadura que parecen tener el cerebro totalmente lavado debido, probablemente, a sustancias que se hayan inoculado.

(eldiestro)