Una de las pocas autopsias realizadas a un paciente muerto por causa del virus PCCh (Partido Comunista de China), reveló la presencia del ARN viral en casi todos los órganos del cuerpo, y en consecuencia de la posiblemente tóxica proteína de espiga, contrariamente a lo esperado.
Los creadores programaron que el ARNm contenido en la vacuna permanecera en el lugar de la inyección, pero no fue así. Por eso se asume que la proteína de espiga está también en esos órganos, al parecer confirmando los riesgos planteados en un estudio realizado en Japón, señaló el medio alternativo Hal Turner Radio Show el 13 de junio.
En el concepto de un especialista en enfermedades infecciosas de un hospital de Nueva Jersey, Estados Unidos, que analizó el informe de la autopsia y prefirió permanecer en el anonimato por temor a las represalias por sus declaraciones, estos resultados implicarían una “bomba de tiempo global”, que posiblemente arrase con gran parte de las personas vacunadas.
“La gente piensa que solo una MINORÍA de personas tiene efectos adversos de la vacuna. Basándonos en esta nueva investigación, significa que todo el mundo – EVENTUALMENTE – tendrá efectos adversos, porque esas proteínas de espiga se unirán a los receptores ACE2 en todo el cuerpo”, explicó.
Y agregó: “Se suponía que ese ARNm debía permanecer en el lugar de la inyección y no es así. Eso significa que las proteínas de pico [o de espiga] creadas por el ARNm estarán también en todos los órganos, y ahora sabemos que son las proteínas de pico las que hacen el daño”.
“Peor aún, que el ARN viral se encuentre en todos los órganos a pesar de la vacuna, indica que: 1) La vacuna no funciona en absoluto, o, 2) El virus se beneficia de la potenciación dependiente de anticuerpos (ADE), lo que significa que en realidad se propaga MÁS RÁPIDO en las personas vacunadas. Esto es una bomba de tiempo global”, continuó diciendo.
El informe post mortem describe la situación de un hombre de 86 años que dio NEGATIVO a COVID-19 cuando ingresó por primera vez en el hospital con graves problemas gastrointestinales y dificultad para respirar, el 18 de enero.
“Los antecedentes médicos incluían hipertensión arterial sistémica, insuficiencia venosa crónica, demencia y carcinoma de próstata. El 9 de enero de 2021, el hombre recibió la vacuna de ARN modificado…”, dijo el reporte publicado en ScienceDirect en este mes de junio.
También aclara que las pruebas no mostraron “ningún cambio morfológico [estructural] asociado al COVID” en los órganos del paciente vacunado durante el tiempo bajo los cuidados médicos. Se presentan imágenes de los órganos afectados.