Es alucinante el comportamiento vergonzoso de Amazon que acaba de ser descubierto por la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos. Según se desprende de esta investigación, Amazon habría robado a sus conductores 62 millones de dólares en propias entre los años 2016 y el años 2019.
“En lugar de pasar el 100% de las propinas de los clientes a los conductores, como había prometido, Amazon se quedó con ese dinero”, ha afirmado Daniel Kaufman, director interino de la Oficina de Protección al Consumidor de la FTC, en un comunicado.
Y lo hacían con el sistema de trabajo llamado ‘Amazon Flex’. Con este sistema, Amazon permitía a la gente normal apuntarse como repartidor utilizando sus propios vehículos, según las propias bases de la oferta que realizaba la compañía, estos conductores podrían ganar entre 18 y 25 dólares por hora, garantizando que las propinas que dejaran los clientes serían para ellos.
¿Pero qué hacían después a nivel interno? Pongamos que un conductor iba a ganar 25 dólares por hora y había recibido una propia de 6 dólares, Amazon le pagaba al repartidor, en realidad, 19 dólares porque la propina no la sumaba al salario y se las quedaban ellos. Es decir, les pagaban 25 en lugar de los 31 dólares que tendrían que haber recibido.
Parece mentira que un gigante empresarial como ese actúe de esa forma tan vil cuando su solvencia está más que contrastada. Ahora la empresa deberá pagar 61,7 millones de dólares a la FTC, que la agencia distribuirá a los conductores. El acuerdo también prohíbe formalmente a la compañía mentir sobre propinas en el futuro y requiere que obtenga el consentimiento de los conductores antes de cambiar los modelos de pago.
(El Diestro)