Un grupo de científicos descubrieron que las hormonas liberadas en situaciones de estrés reactivan las células cancerosas, lo que puede causar una peligrosa recaída del cáncer. El estudio sugiere que el uso de betabloqueantes podría ayudar a prevenir la recurrencia de los tumores.

Los tumores pueden reaparecer años después de un tratamiento aparentemente exitoso. Suele ocurrir cuando las células tumorales durmientes, que se propagaron en las primeras etapas del cáncer pero que luego fueron suprimidas, vuelven a activarse.  

Las células inmunes, llamadas neutrófilos, y ciertas hormonas, como la noradrenalina y el cortisol, pueden facilitar la reaparición del tumor años después de que el cáncer se haya curado con quimioterapia y cirugía, señalaron los científicos de EEUU, Alemania y Rusia en su reciente estudio, publicado en Science Translational Medicine.

Los investigadores demostraron en un experimento con ratones que la noradrenalina reactiva las células durmientes de cáncer de ovarios y pulmones de los animales.

El nivel de la hormona noradrenalina, también denominada norepinefrina, se eleva en condiciones de estrés, trauma, ansiedad, miedo o tensión nerviosa.

Y un nivel elevado de noradrenalina hace que los neutrófilos liberen proteínas inflamatorias S100A8 / A9 y mieloperoxidasa, lo que, a su vez, lleva a la acumulación de lípidos oxidados. Los lípidos, a su vez, hacen que las células tumorales salgan del estado de reposo y formen nuevos tumores.

Los científicos también observaron que las concentraciones más altas de S100A8 / A9 aumentan las probabilidades de que el cáncer regrese después de la cirugía. Cuánto más altos son los niveles de S100A8/A9 en la sangre de los pacientes, más rápido ocurre la recaída.

Los autores afirman que el uso de medicamentos dirigidos a la hormona del estrés, conocidos como betabloqueantes, ayuda a prevenir la recurrencia de los tumores. Así, las células cancerosas quedaron inactivas en los ratones que recibieron betabloqueantes experimentales.

(Sputnik)