La Iglesia en México expresó su respaldo y aliento por las varias iniciativas que se han presentado en el Congreso de la Unión, órgano legislativo federal, para acabar con la prescripción de los delitos de pederastia en el país.
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), dijo que los obispos del país no solo están de acuerdo con que los parlamentarios eliminen la prescripción de los delitos de abusos de menores, sino que han estado “proponiéndole respetablemente a los diputados y senadores que realizaran este tipo de propuestas”.
El 6 de febrero de este año la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó por unanimidad un proyecto de ley que reforma el Código Penal Federal para sancionar con la destitución e inhabilitación a aquellos servidores públicos que “encubran a pederastas”.
El proyecto, que fue remitido al Senado para su aprobación, plantea que la sanción contra los funcionarios públicos sea imprescriptible.
Actualmente, en México los delitos de abuso sexual de menores prescriben a los 10 años.
Diversos legisladores también han presentado propuestas para que los delitos de pederastia no prescriban, entre ellos la senadora provida Lilly Téllez, del partido Morena, del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Téllez señaló el 3 de febrero a través de Twitter que su iniciativa busca que los delitos de abuso sexual y violación de menores de edad “sean imprescriptibles”, así como que “se aumenten las penas al doble cuando haya una relación cercana con la víctima”.
El proyecto de la senadora mexicana apunta además a que “el responsable pierda los derechos que tenga con la víctima” y que “las Legislaturas Locales armonicen su legislación con los objetivos de la iniciativa”.
Mons. Miranda Guardiola señaló que el abuso sexual de menores “es un cáncer a nivel mundial”, y lamentó que así como se producen en la Iglesia también tienen lugar “en la familia, en la propia casa, en el ámbito escolar, deportivo, artístico y otros muchos más”.
“Estas nuevas propuestas legislativas son un bien a la Nación”, expresó, pues son “instrumentos legales para actuar, para corregir, para erradicar el mal, para atender a las víctimas, para perseguir a los victimarios”.
El Secretario General de la CEM destacó que “cuando un abusador no enfrenta un proceso penal, civil, se expone a nuevas posibles víctimas, dentro o fuera de la Iglesia”.
En el caso de la Iglesia, tras un proceso canónico los abusadores dejan de ser sacerdotes, dijo. Pero si las penas de la ley civil prescriben, advirtió, el culpable “sigue libre, con la posibilidad de entrar a ámbitos como el escolar, el laboral, etc., y poner en riesgo a nuevas víctimas”.
“Celebramos estos avances en las cámaras legislativas”, dijo Mons. Miranda Guardiola, y reiteró que “esos cambios son favorables a la niñez, para protegerla, para evitar que sea abuso de quien sea, sacerdote o en el entorno familiar, escolar, y favorecer su sano desarrollo”.
(Aciprensa)