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19 June 2021

Incluso entre los votantes que están de acuerdo con Biden en que el calentamiento global es “la mayor amenaza que enfrenta Estados Unidos”, el 16 % dice que no estaría dispuesto a pagar nada más al año en impuestos

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo recientemente que el calentamiento global es la «mayor amenaza» para este país. Sin embargo, una reciente encuesta de Rasmussen Reports muestra que la mayoría de los ciudadanos no concuerdan con el mandatario.

Delante de las tropas americanas en el Reino Unido, Biden pronunció un discurso en el que destacó lo que ocurre con el cambio climático como un factor preponderante que causa mayor preocupación a la sociedad estadounidense.

«Los militares nos sentaron y nos dejaron saber cuáles eran las mayores amenazas que enfrenta Estados Unidos, las mayores amenazas físicas. Esto no es una broma. ¿Sabes cuál nos dijeron los jefes conjuntos que era la mayor amenaza que enfrenta Estados Unidos? El calentamiento global», recalcó.

Esta alocución sirvió para rememorar sus tiempos como vicepresidente de Barack Obama, quien adhirió a Estados Unidos a los Acuerdos de París, para combatir el cambio climático.

No obstante, los números parecen llevarle la contraria al inquilino de la Casa Blanca. De hecho, una de las principales encuestadoras del país consultó a los ciudadanos sobre el tema y la mayoría de los votantes rechazan la afirmación de Biden. La encuesta se realizó entre el 10 y el 13 de junio a 900 votantes.

Cómputos recientes de Rasmussen Reports arrojan que el 54 % de los votantes no está de acuerdo con Biden, mientras que 29 % contestó que sí y 17 % dijo no estar seguro. Incluso, la mayoría de los demócratas no la identificó como la «mayor amenaza».

De acuerdo con el portal Breitbart, tampoco el 56 % los votantes independientes creen que el calentamiento global sea la «mayor amenaza» que enfrenta el país y un cuarto sigue no está seguro. Entre los republicanos el escepticismo es aún mayor. El 76 % de los republicanos rechazan la afirmación por completo.

De la misma forma, cuando se les preguntó si el gobierno federal está haciendo “demasiado o muy poco para combatir el calentamiento global”, el 43 % contestó que “muy poco”, el 33 % dijo “demasiado” y el 15 % respondió que el nivel de acción actual es “más o menos correcto».

Según líneas partidarias las cifras se polarizan. El 53 % de los republicanos cree que el gobierno está haciendo «demasiado» y el 63 % de los demócratas cree que está haciendo «muy poco». En cuanto al presupuesto asignado, el 43 %, dijo que no está dispuesto a pagar más de lo que ya paga cada año en impuestos y costos de servicios públicos más altos para «combatirlo».

Incluso entre los votantes que están de acuerdo con Biden en que el calentamiento global es «la mayor amenaza que enfrenta Estados Unidos», el 16 % dice que no estaría dispuesto a pagar nada más al año en impuestos o costos de servicios públicos más altos para combatir el problema. Por otra parte, solo el 20 % está dispuesto a pagar 1000 dólares o más anualmente.

El Partido Demócrata propaga el discurso ambientalista

Lo más llamativo es la terminología. Por años «calentamiento global» era el término aplicado por los alarmistas. Ahora, luego de una oleada de frío la tendencia se denominó «cambio climático». Sin embargo, Biden optó por el término anterior al advertir el peligro para la nación y el mundo.

Desde que asumió la presidencia ha procurado revertir —mediante decreto— todas las políticas de su predecesor. Eso incluye volver a incluir a Estados Unidos en las alianzas para combatir el cambio climático, que le costaba millones de dólares a su economía.

Pese a que la ONU emitió un informe en el que admite que, aun si se aplica con rigor el Acuerdo de París y la reducción de gases que implica, no logrará bajar la temperatura global a los niveles proyectados.

El alarmismo del Partido Demócrata no se ha cumplido

Bajo la consigna «Una verdad incómoda», el exvicepresidente y aspirante a la presidencia por los demócratas, Al Gore, protagonizó una película donde advirtió sobre el cambio climático y cómo la humanidad llevaría al planeta a su ocaso, si no reducía la emisión de gases.

Cuando en el 2007 aceptó el premio Nobel, decía que de acuerdo con un estudio de la Marina de Estados Unidos ya no habría casquetes polares en el polo sur en siete años y remarcó, haciendo pausa, que serían apenas siete años. En realidad, en siete años el hielo aumentó un 60 % en esa zona, resalta BBC Mundo.

En el 2017 sacó una segunda parte de la película, donde hacía un llamado abierto para adoptar políticas públicas que combatan el cambio climático.

Al Gore consume más electricidad que 34 hogares

Sin embargo, de acuerdo con el Centro Nacional de Investigación de Políticas Públicas, el año anterior, el excandidato a la Casa Blanca utilizó suficiente energía eléctrica para abastecer a una familia promedio a lo largo de 21 años.

Al Gore consumió 230.889 kilovatios-hora (kWh) en su residencia de Nashville, que incluye su casa, la piscina y la iluminación que abarca la distancia entre la casa y la puerta eléctrica de la entrada. Mientras tanto, la cifra promedio de consumo eléctrico de una familia típica es alrededor de 10812 kWh por año, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.

Solo en septiembre del 2016, Gore consumió 30993 kWh de electricidad. Eso podría alumbrar 34 hogares estadounidenses promedio durante un mes. En los 12 meses previos a la publicación de la secuela, Gore usó más electricidad solo calentando su piscina al aire libre que lo que seis casas promedio usan a lo largo de un año en servicios básicos. Esa verdad sí que es incómoda.

(Bles mundo)

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